Al 10 K de Callosa llegué con la necesaria obligación de bajar de 36 min. No las tenía todas conmigo. No acabé muy contento del Test que había realizado la semana anterior y pensé que la meta de los 36 minutos era lo más coherente que podía hacer.
Allí me junte con mis compis de Running Team, Fernando, Jose Ramón, y Vicente, y, por supuesto, mi amigo y hermano Jorge.
Poco que contar de esa carrera, salvo que hice caso omiso a las recomendaciones de pasra el primer 2000 en 6’40” y lo pagué caro, muyyy caro. La carrera se corrió casi a las 12 de la mañana. Considero que hice un calentamiento excesivo, más que nada por los más de 20 minutos de retraso en darse la salida. La carrera consistía en tres vueltas a un circuito de tres kilómetros y pico. Mi estrategia, permítaseme esa expresión, fue lamentable, y fue una muestra más de cómo encarar una prueba de la peor manera posible. No tengo los datos, pero, probablemente, el segundo cinco mil fuese de los más penosos que he realizado jamás. La última vuelta fue infernal. Acabé arrastrándome como una culebra. Gracias a los ánimos de mi compi Vicente, la cosa se hizo.... bueno... más llevadera no, al menos esos ánimos hicieron que pudiese terminar la prueba.
Allí me junte con mis compis de Running Team, Fernando, Jose Ramón, y Vicente, y, por supuesto, mi amigo y hermano Jorge.
Poco que contar de esa carrera, salvo que hice caso omiso a las recomendaciones de pasra el primer 2000 en 6’40” y lo pagué caro, muyyy caro. La carrera se corrió casi a las 12 de la mañana. Considero que hice un calentamiento excesivo, más que nada por los más de 20 minutos de retraso en darse la salida. La carrera consistía en tres vueltas a un circuito de tres kilómetros y pico. Mi estrategia, permítaseme esa expresión, fue lamentable, y fue una muestra más de cómo encarar una prueba de la peor manera posible. No tengo los datos, pero, probablemente, el segundo cinco mil fuese de los más penosos que he realizado jamás. La última vuelta fue infernal. Acabé arrastrándome como una culebra. Gracias a los ánimos de mi compi Vicente, la cosa se hizo.... bueno... más llevadera no, al menos esos ánimos hicieron que pudiese terminar la prueba.

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