Casi sin solución de continuidad, y después de la tremenda alegría que me llevé el día anterior en la carrera de Altea, afrontaba el CROSS BAIX MONTGÓ, carrera en la cual tenía un doble sentimiento. Por una parte, un tremendo recuerdo de una de las mejores carreras que jamás me ha salido, en el 2007, acabando 5º. Por otra parte, la llegada a Jesús Pobre, una de las peores carreras que recuerdo, la protagonizada por un servidor allá por Junio del 2009, en la penúltima prueba del circuito Marina Alta, y que supuso para mí una debacle total y absoluta, y que prefiero no recordar.
Había hablado con mi entrenador de hacerla sin forzar en exceso, es decir, haciendo un rodaje rapidito (+- a 4 el km) pero sin llegar a forzar en exceso. Y así fue, la afrontaba sin ningún tipo de presión y sin ningún tipo de objetivo, simplemente a sensaciones. Fuimos a hacerla juntos, Jorge, Samuel y yo, bajo un ambiente excepcional, y cada uno marcándose sus objetivos.
Después de hacer unos dos primeros kilómetros muy lentos, empecé a encontrar sensaciones, esas buenas sensaciones de ligereza y fuerza. Así, fuí avivando el ritmo y pasando a atletas, pero siempre con el cuidado de no llegar al límite y no producir ácido láctico. Alcancé entonces al atleta que iba en 7ª posición, y, siguiendo mi mismo ritmo, lo pasé con el objetivo de que se quedara y así poder alcanzar a mi amigo Jorge que iba 6º, echarle una mano en el útimo kilómetro y entrar con él en línea de meta.
Pero lamentablemente no fue así, y cuando me percaté de que no se quedaba, rebajé tibiamente el ritmo, para que, en la medida de lo posible, Jorge pudiera asegurar esa 6ª posición por la que tanto había luchado a lo largo y ancho de ésta dura carrera. Y salió bien, ya que Jorge pudo aumentar la distancia, y acabar en meta en solitario en esa tan deseada 6ª posición. Quiero desde aquí darle mi más sincera enhorabuena por ese magnífico resultado y por la gran carrera que protagonizó.
Yo por mi parte, acabé 8º en la general. Reservé fuerzas de cara a no sufrir en exceso en el último mil, que, por otra parte, es bastante duro. En resumen, gran carrera y grandes sensaciones, cumpliendo el objetivo de hacerla a sensaciones, de menos a más, y sin grandes sufrimientos.
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