PRIMER PROBLEMA
Una vez llegados al aeropuerto, me encuentro con el primer problema. Esta claro que no estoy acostumbrado a viajar y mucho menos en avión. También está claro que me conocía la ley de seguridad en los aeropuerto, pero no tenía ni idea que la llevaban a cabo tan arratabla. Me han requisado todo lo que me podían requisar y un poquito más, cosas que, evidentemente son megasuperpeligrosas. Estamos de hablado pues.... de espuma de afeitar.... zumos naturales... briks de leche de soja, el vitargo... Probablemente con eso se haría un cockteil molotov brutal (ME PARECE INCREÍBLE LA ESTUPIDEZ.). Eso sí, lo menos peligroso de todo, las maquinillas de afeitar, no ha habido ningún problema. Que conste que no critico el trabajo de los empleados de seguridad, que realizan la labor de que todos cumplamos la ley. Me quejo y critico, dentro de mi absoluta y total ignorancia en viajes de altos vuelos, lo absurdo de dicha ley, en la que no puedes llevar líquidos, pero sí objetos cortantes... en fin... ya se ha pasado.
ODISEA EN EL HOTEL
El Hotel en el que nos hemos hospedado es el Expo Hotel Barcelona. Está justo al lado de la estación de Sans. Es un Hotel de 4 estrellas, bastante acogedor, moderno y aceptable.
Habían preparado una especie de "cena especial" para los atletas que iban a correr la maratón. Se trataba de un plato de pasta y proteínas a un precio más o menos aceptable. El problema ha venido desde el principio, desde que el dichoso "cheff" no ha creído conveniente hacernos una reserva porque se pensaba que no se iba a llenar. Groso error. Ya dice el dicho popular que "el creique y el penseque, son amigos del tonteque", y eso le ha pasado al avispado cheff.
Cuando llegemos a cenar no tenían mesa para nosotros, pero eso no es lo peor, lo peor es que una vez esperado los 30 minutos de rigor para coger mesa, una vez posados en nuestras correspondientes mesas, resulta que sólo nos sirven un plato escaso y mísero de pasta, con la excusa de que "ES QUE NO HAY MÁS". Gracias a que no nos hemos callado y hemos protestado lo que teníamos que protestar, hemos salvado un parte tan importante como era la cena.
A POR LOS DORSALES
A eso de las 18'00h hemos ido a la EXPO MARATÓ a despejarnos un poco, a coger ya el ambientillo de cara a la carrera, y por supuesto, a recoger los dorsales. Éste año la expo marató la han aumentado considerablemente con respecto a otros años. Incluso la han cambiado de ubicación, con el fin de dar al atleta más espacio y más servicio. Se lo ha currado. Lo que sigue sin gustarme es la bolsa de corrador que dan. Para 40 euros que pagas, y siendo como ya es la 3ra. maratón de España, tendrían que dar algo más que unas tortitas de cereales.
A LA ESPERA DEL GRAN DÍA
Ha llegado la noche. Son las 22'45, en la soledad de la habitación, éste año menos ya que la comparto con Samuel, llegan las tensas horas de espera a la prueba de mañana. Por cierto, mañana tendré que ir a desayunar al hotel Barcelo en la estación de Sans, ya que otra de las brillantes ideas del hotel donde me hospedo, es no abrir el restaurante para el desayuno hasta las 7 de la mañana, con lo que, mientras abren y desayuno, probablemente me quede menos de una hora de digestión hasta la prueba. Así que iré allí, ya que, lógicamente, allí lo abren a las 6 de la mañana. Ahora solo queda descansar bien, dejarme los nervios a un lado, dormirme lo antes posible, y levantarme mañana con energía y ganas, y dar el 120% de mis posibilidades.
SUERTE MAÑANA...............
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