CONCLUYERON LAS TRES SEMANAS DE EXIGENCIA EXTREMA

Acabaron estas tres semanas de exigencia y dureza extrema. En total han sido 385 Kilómetros en 18 sesiones duras sesiones de entrenamiento.

Empecé con bastantes molestias físicas, tanto en la planta del pie izquierdo, como en los tendones tibial y de aquiles, respectivamente, pero, afortunadamente, el paso de los días y de los kilómetros, añadiendo la cuidadosa auto fisioterapia, han hecho que dichas molestias remitan bastante. Se ha mejorado claramente el estado de forma, sobre todo en los rodajes al borde del umbral. He acostumbrado al cuerpo a rodar rápido sin que sufra excesivamente el ritmo cardíaco.

En estas tres semanas ha habido de todo, frío, calor, viento extremo, lluvia…. Aparte del día que me tocó lidiar con el mismísimo diluvio universal, con caída y ridículo incluído, creo que lo más duro fueron los 26 kms que me casqué la semana pasada, 23 de ellos rápidos, que hicieron que durante más de 20 horas estuviese un poco hundido físicamente (normal).

Ha habido muchos días en el que la recuperación ha sido complicada. Tanto, que incluso uno dudaba de poder realizar decentemente el entreno del día siguiente. La falta de recursos, tanto médicos, como económicos, añadido a la rutina y estres laboral diario, han hecho que no me pudiera recuperar todo lo que me hubiese gustado. Y es que, uno no es profesional y lo primero es lo primero. A pesar de todo, he sacado fuerzas de flaqueza, me he intentado cuidar lo máximo posible, y, uniendo todo este conjunto de factores, he colaborado en la medida de lo posible para que la recuperación de un día para otro fuese algo más que notable.

Sin duda alguna, el mejor entreno de todos, para recordar y para enmarcar, fue el del sábado pasado, Un rápidismo rodaje con unas sensaciones fenomenales, con un día, meteorológicamente hablando, genial, y con un recorrido francamente fenomenal.

Ahora ya tenemos todo el trabajo realizado. Solo quedan unos pequeños flecos para ultimar toda la preparación de cara a la media de Elche, donde espero dar lo mejor de mí y cumplir los objetivos que me he marcado. Como siempre digo, por mí no va a quedar. Voy a dar todo lo que tengo dentro y seguro que acabaré con la sensación de “haberme dejado la piel en el pellejo”.