Una vez terminada la maratón de Sevilla, con la alegría de la gran marca cosechada, y con el debido descanso y recuperación de por medio, me disponía a reaundar nuevamente los entrenamientos, en vista a hacerlo lo mejor posible en el Circuito a Peu de la Marina Alta.
Siempre que he acabado una maratón los primeros días de entrenos han sido malos, nunca he encontrado sensaciones. Pero ésta vez era distinto, parecía que había roto la barrera de rodar bien a 4'20". Andaba rodando a 4'10", cuando una inoportuna e inesperada dolencia me hizo pasar por el quirófano y estar un mes de baja, sin hacer absolutamente nada.
Así que, todo lo trabajado y logrado hasta ahora se me había ido al traste. El único consuelo que me quedaba por entonces, era pensar que, al menos, esa dolencia no se produjera la semana de la maratón de Sevilla.
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