Muchas cosas han pasado deportivamente hablando en el 2010, y en ese aspecto, casi todas buenas. Si, es cierto, tuve que parar un mes entero por culpa de una dichosa operación de urgencia, pero, aún así, mi nota general al año deportivo es de sobresaliente.
No solamente he conseguido hacer muchos podiums, sino que, además, y eso es lo que más me interesa, he visto recompensado todo mi esfuerzo con un salto de calidad importante.
He rebajado prácticamente todas mis marcas en competiciones, destacando sobre todas las conseguida en la maratón de Sevilla allá por febrero de 2010. Voy todo el valor que se merece a una marca que me ha costado Dios y ayuda rebajar, la de Siete Aguas, en una carrera infernal. Puedo decir que el sufrimiento en ésta carrera fue extremo, hasta tal punto, que fue la primera vez que me plantee seriamente abandonar la carrera si no pasaba por tiempo de marca personal por el diez mil. Afortunadamente pude superar esa crisis, pasé por el diez mil con casi 50 segundos de adelanto y terminé la carrera rebajando casi 1h30m mi marca anterior.
Una de las caras amargas del año, aparte del tiempo parado por culpa de la operación, fue la media maratón. Y es que Benidorm, si, otra vez Benidorm, supuso un revés a mis aspiraciones de poner el dígito 14 en mis notas. No fué así, lo tenía en las piernas, lo veía y lo sentía desde los primeros kilómetros, pero, una serie de factores ajenos a mi voluntad hicieron que la historia no se escribiese como me hubiera gustado. Primero incesante e intermitente lluvia caída a lo largo y ancho de toda la carrera. Y segundo, consecuencia de lo anterior, tener que pararme un par de veces a atarme las dichosas cordoneras de las zapatillas. Nervios, estress, no puedo meter el puto cordón, cago en la puta, no pasa nada chaval, ahora mismo los pillas..... Total y en resumen, que lo que pudo ser perfectamente 1h14m55 se quedó en un minuto más. Me fuí de Benidorm con la sensación de haber perdido una oportunidad única de imponer el dígito 14, y, efectivamente, el tiempo me ha dado la razón.
Al menos me pude desquitar con un fin de año más que esperanzador. Después de varios intentos fallidos, por fin pude correr en la tierra de vió nacer a mis progenitores, Pedro Muñoz, en una especialidad que para nada es la mía, el cross. En una carrera donde mi estrategia fue lamentable (si es que alguna vez la hubo). Nada más empezar se hizo un grupo de 6 e intenté no separarme de ellos. Ésto me llevó a realizar el primer kilómetro en 3'11", cosa que hizo que lo pagase posteriormente. Al menos terminé 3º y subí al podium en esa bendita tierra.
Las últimas carreras del año fueron para mí excepcionales. Corría por primera vez el Cross Nocturno de Orihuela, el día de Navidad, sin saber absolutamente de la misma, ni de la trampa final impuesta por la orgazación en forma de repecho "criminal". Lo más destacable, un segundo puesto y los 5700 mts más rápidos que recuerdo (3'15"). Y, por fín pude desquitarme en la San Silvestre de Crevillente. Nada, que no había manera de bajar de 36'. Los dos últimos años, casi la misma marca 36'09" y 36'10". Pero éste año iba a ser distinto. Venía en forma y confiado. Hice la carrera de menos a más, sin dejarme llevar por el claramente engañoso primer y segundo kilómetro de la prueba. Acabé con grandes sensaciones y rebajando en 48 segundos mi mejor marca en esa prueba (35'23").
Como digo, y en resumen, gran año 2010 deportivamente hablando que, aunque sea difícil, espero con entrenos y sacrificios, mejorar en el 2011.
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